
Fue entonces cuando llegó el ansiado segundo coleccionable de
Spiderman, propiciado por la secuela en los cines. Un poco mejor que el primero, reunía sagas tan memorables como la de la
Muerte de Kraven entre otras como la continuación de la muerte de
Jean DeWolfe y el desenlace del
Comepecados. No obstante contó con la nueva etapa de
Gerry Conway (tan memorable como la primera que realizó a principios de los 70) y una serie de números de
Peter David, unos mejores que otros. Tambíen podíamos ver dibujantes más atractivos para el público, como son
Erik Larsen,
McFarlane (el creador de
Spawn empezó a triunfar con el trepamuros) y, en menor medida,
Alex Saviuk. Sin embargo, se trata de la época de la batalla entre los derechos, la llegada de
Panini a
España, que dejó “viuda” a
Planeta de
Marvel, por lo que los 50 números que prometieron en un principio fueron acortados en 40, para desgracia de muchos fans.

La verdad es que con
Panini creíamos haber perdido los coleccionables para siempre, sin embargo ha sido todo lo contrario, porque ahora tenemos una etapa dorada donde tanto esta editorial como la de
Planeta se dedican a competir con este formato, la variedad es ahora mayor y las condiciones han cambiado por completo.
Antes cada número costaba unos nada despreciables tres euros, pero ahora que no se cuenta con las páginas originales de
Forum, que se tienen que pedir los materiales desde la editorial de origen, rotulando y traduciendo de nuevo, los costes han subido y el precio también, a unos 4 euros el número. Sin embargo, el inconveniente de la subida trajo también un mayor aumento de calidad, porque ahora tenemos una rotulación más moderna, con una traducción más actual (aunque no siempre es mejor, ojo) y una calidad en el color mucho mayor (adiós a las tramas). Esto se pudo comprobar en los dos primeros que sacaron tanto
Planeta como
Panini. La primera debutó con
Batman y la segunda con los
4 Fantásticos. Ambas por el estreno de
Batman Begins y los
4 Fantásticos en los cines.

Lo cierto es que ambos coleccionables fueron realmente desafortunados, reuniendo etapas poco agraciadas e inexplicablemente desacertadas. Menos mal que en el caso de
Batman sacaron también una colección de tomos en tapa dura recopilando las andanzas de
R´As al Ghul, el villano de la película, mucho mejor material que el que fue destinado para el coleccionable. Aunque este ganara mucho en suscripción (los cuatro tomos del mes, recordemos que son semanales, recopilados en tomos de tapa dura de gran calidad) y con un papel satinado que era de agradecer y justificaba con creces el precio.
Aunque hablando del material, arranca muy bien con sagas imprescindibles del personaje, como son
Año Uno y
Una Muerte en Familia, para acabar con la horrible etapa de los noventa del personaje, que cuenta con la mitad protagonizada por un tipo que se hace llamar
Azrael, es decir, ni siquiera es
Batman, ni tan siquiera
Bruce Wayne, algo que despistaría y, lo que es peor, espantaría a más de un comprador que viene interesado tras ver la película. Un auténtico desastre, sin duda.

El de los
4 Fantásticos no es mucho mejor, de hecho
Panini no sigue las indicaciones de
Planeta y se atreve a sacar un coleccionable cuyo papel es, siendo lo más justo posible, apestoso e intragable, un peligro tóxico que si se moja se arruga de la peor manera posible. Si al menos el material fuera bueno… pero no, tenemos de nuevo etapas de los noventa y encima demasiado actuales. Es decir, ¿quién se va a interesar por la etapa de
Claremont y
Larroca si se puede adquirir en unos baratísimos retapados? Aparte de que la etapa es casi de los mutantes, el guionista se dedica a hacer una colección semejante a
Excalibur, lo cual ayuda poco a quienes pretendan probar con el cuarteto fantástico. Menos mal el final de la misma (con Muerte dando por saco en una de sus mejores sagas) y la etapa siguiente es mucho mejor, con
Pacheco y
Marín de por medio, el problema es que esos cómics los sacaron hace unos dos o tres años y aun están asequibles y alcanzables para el público. En definitiva, otro desastre por parte de la otra editorial.

Por suerte, de los errores parecen haber aprendido y ambas editoriales prueban de nuevo este año con dos coleccionables de gran calidad, como pueda ser la continuación de
X-men (tan esperada, que con la secuela en los cines no se atrevieron a hacerla, tuvimos que vernos con una colección de tomos en tapa dura con las
Eras de Apocalipsis y esperar a la tercera de
X-men) y el
Superman de
Byrne por parte de
Planeta, por el estreno de
Superman Returns de
Bryan Singer.
La verdad es que, aunque no hayan acabado ambos en el momento en que lo escribo, puedo decir que reúnen las mismas características que sus antecesores en la editorial. Es decir, el de
X-men es igualito que el de los
4F, con la diferencia que el papel ya no apesta tanto (pero sigue siendo horripilante, ¿tanto costaba el satinado, señores de
Panini?) y las portadas pueden verse en grande, con fichas, artículos y una excelente impresión. Superior en todos los sentidos (excepto en el papel) al anterior. El de
Superman también es igual al de
Batman, lo cual no es una mala noticia en absoluto, más bien lo contrario, ya que la selección es mejor. El problema es que los escaneados son una injusticia, destrozan la calidad que podría atesorar, es una verdadera lástima.
Y próximamente es posible ver un tercero de
Spiderman tras su película (aunque se dice que el de la versión
Ultimate, cosas que pasan), con el
Motorista Fantasma no aprovecharon y a ver qué hacen con la secuela de los
4F. Por su parte,
Planeta lo tiene fácil con la secuela de
Batman Begins (que se llamará
Dark Night) y tendremos la interesante etapa de
Tierra de Nadie. Permanezcan atentos a sus pantallas.